La Patrona de Ceuta
Nuestra Señora de África
Durante la conquista portuguesa de Ceuta en 1415, se instauró el cristianismo como religión mayoritaria. Fue entonces cuando el rey Juan I de Portugal envió a Ceuta la imagen de una virgen, Santa María de África, para que fuera venerada y la nombrasen bajo la advocación de Santa María de África.
Hoy en día ostenta varios títulos destacando los títulos de Patrona y Alcaldesa Perpetua de la Ciudad.
La imagen
La talla representa a la Virgen sentada, sosteniendo sobre sus rodillas con una mano la imagen de Cristo inerte, y con la otra un aleo (una rama de acebuche), que fue el bastón de mando del primer gobernador de la ciudad, D. Pedro de Meneses.
La tradición cuenta que el joven alférez D. Pedro de Meneses se presentó ante el rey de Portugal Juan I, con el «aleo» en la mano y le exclamó: «con este palo me basto para defender a Ceuta de todos sus enemigos», siendo nombrado primer gobernador de Ceuta.
La hermandad
Con la llegada de la imagen de la Virgen a Ceuta, la devoción por ella se extendió rápidamente. Se dice, que la Virgen protegió a las tropas de la ciudad y, posteriormente, se encomendó su cuidado a la orden de los Caballeros de Cristo.
Actualmente, su hermandad se compone de tres secciones: los Caballeros, las Damas y la Corte de Infantes, que se agrupan en una sola cofradía, encargada del mantenimiento del culto a la sagrada imagen.
El santuario
Enrique “El Navegante” ordenó la construcción de un santuario en 1425, que comenzó siendo una pequeña ermita. Con los años, ha ido reformándose hasta convertirse en el hermoso templo actual, situado en la plaza de Nuestra Señora de África.
El edificio en su forma es barroco y de planta rectangular con tres naves, siendo más ancha y alta la central, a la que se adosa la cabecera, compuesta por la capilla mayor y dos colaterales. A esta se unen la sacristía y otras dependencias del templo. El aspecto actual de la fachada se debe a las obras de restauración que se realizaron en 2002.
En el interior, hay que destacar el retablo barroco situado en la Capilla Mayor y ejecutado en madera tallada y dorada. Fue costeado por el obispo Don Martín de Barcia en torno al 1752 y ocupa todo el frente, con una estructura formada por un banco y un cuerpo dividido en tres calles y ático.
El retablo está presidido por la imagen de Nuestra Señora de África, que corresponde al modelo de Virgen de la Piedad. Es una figura de proporciones largas y delgadas, en situación de velo habitual y ocultando el cabello de la Virgen, para producir efecto de pena y ancianidad.
La imagen está tallada en un sólo bloque de madera, excepto la cabeza del Cristo y la mano izquierda de la Virgen. La parte trasera de la imagen de la Virgen está hueca, tal y como se acostumbraba a hacer en las imágenes destinadas a ubicarse en altares o retablos.
También existe una cripta en la parte baja de la Capilla Mayor con enterramientos de nobles y clérigos, como una de las hijas de los Duques de Medinacelli o los restos más recientes del párroco y rector del santuario, Don Bernabé Perpén.
Leyendas, milagros y fiestas
Son muchas las leyendas que se asocian a la imagen de Santa María de África, algunas de ellas relacionadas con su aparición y otras con la intercesión que el pueblo de Ceuta le ha solicitado a la imagen en multitud de ocasiones, como fue la protección que la Sagrada Imagen ejerció sobre Ceuta ante la epidemia de peste de 1651 o ante los asedios a la ciudad.
En los primeros días de agosto, cada año se celebran en su honor las fiestas patronales. La Novena a Nuestra Señora de África se realiza desde el 26 de julio al 3 de agosto, quedando reservado el día 4 para una multitudinaria y espectacular ofrenda de flores y el día 5 para un Pontifical en su honor y su procesión.